Reflexiones del Sector Inmobiliario en la Riviera Maya al Cierre del 2023 y Perspectivas para el 2024
Reflexiones del Sector Inmobiliario en la Riviera Maya al Cierre del 2023 y Perspectivas para el 2024
Enrique Dominguez
Al concluir el año 2023, la Riviera Maya se erige como un gran abanico de oportunidades inmobiliarias, caracterizado por un proceso de consolidación y renovación que ha permeado cada rincón de su desarrollo regional. Este periodo ha sido testigo de dinámicas significativas en diversos sectores del mercado, evidenciando un crecimiento notable respaldado por la infraestructura implementada por el gobierno federal. Este impulso se traduce en expectativas y plusvalía, atrayendo a inversores día tras día. La expansión en el Caribe Mexicano es resultado del flujo de más de 31.3 millones de turistas y proyectos de infraestructura como los aeropuertos de Tulum y Chetumal, el puente Nichupté, y la recien remodelada avenida Colosio en Cancún..
Los números al cierre del 2023 reflejan un panorama único: más de 55,000 departamentos destinados a renta vacacional, 130,000 habitaciones de hotel y una fuerza comercial de más de 7,000 agentes inmobiliarios. La apertura de un nuevo aeropuerto en la zona sur del estado promete detonar una región rica en activos naturales, alineándose con las tendencias que valoran la experiencia de convivir con la naturaleza, enriqueciendo la oferta turística de Quintana Roo.
Es crucial tener presente que solo se ha desarrollado aproximadamente el 5%-8% del territorio del estado, indicando que nos encontramos en una etapa temprana, pero con la validación global de un destino que posee todos los elementos necesarios para un desarrollo sostenible. No podemos subestimar la magnitud de esta realidad, considerando que la longitud solo de Riviera Maya es de 137 kilómetros, de los 900 km de costa, superando a los 133 kilómetros de Miami, el mercado inmobiliario de mayor crecimiento en Estados Unidos. Estas dimensiones polarizadas delinean el potencial de la región, presentando un área de grandes oportunidades y retos que exigen la implementación de elementos que permitan un desarrollo ordenado. Esto nos insta a fomentar la diversificación económica, crear nuevas actividades y mantener un crecimiento ordenado en cada municipio.
El vertiginoso crecimiento en infraestructura inmobiliaria durante 2023 nos llama a la cautela en la planificación de productos para 2024. Como sector privado, es imperativo colaborar estrechamente con el sector publico para satisfacer las necesidades del mercado. La vivienda social debe ser una prioridad, con estructuras comunitarias que reduzcan la densidad poblacional como crecimiento vertical y aumenten los espacios de convivencia social y deportiva. Además, la infraestructura educativa debe alinearse con las necesidades de las diversas industrias del estado, generando talento que contribuya al desarrollo sostenible.
El año 2023 reveló que el trabajo remoto ha atraído a nuevos consumidores de productos inmobiliarios, fortaleciendo distritos donde extranjeros y nacionales conviven, dando origen a comunidades multiculturales que fortalecen el arraigo y forjan una identidad única.
Mirando hacia el 2024, el entorno macroeconómico, geopolítico y los cambios climáticos impulsarán a un mayor número de consumidores a establecerse en la región, lo que inevitablemente aumentará los valores de renta de vivienda en distritos consolidados.
Hoy en día, el desarrollo debe centrarse en el bienestar y la sustentabilidad. Los usuarios buscan ser congruentes con el cuidado personal y la reducción de su huella de carbono. En Quintana Roo, es imperativo prestar atención a este tema, permitiéndonos preservar los activos naturales del estado. Impulsemos iniciativas de bajas emisiones y el uso de energías limpias, así como procesos de economía circular. Solo así garantizamos un desarrollo que no solo sea próspero, sino también respetuoso con nuestro entorno y las generaciones venideras.
Imagenes Secretaria de Turismo del Gobierno de Quintana Roo