Hace tiempo que la sostenibilidad dejó de ser un término popular en la agenda mediática, para convertirse en un asunto de vital relevancia. Los grandes fondos de inversión, aquellos que mueven billones de dólares en el mundo, hoy día apuestan por empresas visionarias que construyen una realidad más sostenible. Las inversiones ESG, constituyen una poderosa tendencia que está creciendo exponencialmente. De 2016 a 2020, hubo flujos por 530 mil millones de dólares en estas estrategias de inversión.ESG se refiere a una clase de inversión también conocida como “inversión sustentable”. En su forma literal, la abreviación corresponde a: Environmental, Social and Governance. En el ámbito financiero, el término responde a un tipo de inversión que busca resultados económicos positivos y un impacto de largo plazo en la sociedad, el medio ambiente y el desempeño de los negocios. Esta modalidad ha tomado gran relevancia dentro de los fondos cotizados en todo el mundo y por supuesto, también en nuestro país. 

Recientemente, una encuesta de BlackRock a más de 425 inversionistas internacionales que manejan 25 billones de dólares -el equivalente al valor de la economía de Estados Unidos- reveló que en los próximos cinco años buscarán duplicar sus inversiones sostenibles. Esto significa tener casi 35% de sus activos invertidos con estrategias ESG.

Tan sólo en México, se aprobó durante el 2020 una ley que requiere que las Afores incorporen un análisis en sus reportes respecto a ESG. A la fecha, han habido flujos arriba de los mil millones de dólares en productos con metodologías ESG en nuestro país.

En la actualidad, hay un estimado de 1.8 billones de dólares en activos bajo gestión en inversiones sostenibles a nivel mundial. Este impulso económico, sin duda será una fuerza importante para dirigir la economía global a un terreno donde ya no sólo se busque la rentabilidad a costa de comprometer la salud ecológica de nuestro planeta; sino, por el contrario, impulsar todos los esfuerzos que busquen su conservación. 

Conforme el entorno empresarial tome mayores medidas para integrar la sostenibilidad a sus esquemas de negocios, serán más atractivas para los inversionistas que apuestan por empresas que son percibidas como mejor posicionadas para hacer frente a posibles riesgos ambientales. El desempeño positivo de las empresas también se ve beneficiado en el ámbito de las calificaciones crediticias. De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Oxford, las empresas con métricas ESG tienen menor costo de capital y mejor acceso a financiamientos.A largo plazo, empresas que tomen en cuenta temas ESG van a tener mejores resultados. Estarán mejor posicionadas ante los cambios que ya están teniendo un impacto a nivel mundial y estarán alineadas con las nuevas regulaciones y con lo que la sociedad demanda actualmente.En este sentido, el estado de Quintana Roo ya aplica medidas para lograr un futuro -y presente- más sostenible. La Riviera Maya es un motor económico a nivel nacional en materia de Turismo, y como tal, tiene un compromiso por seguir siendo un lugar competitivo para los mercados nacionales e internacionales. Hoy, no puede entenderse la competitividad sin la sustentabilidad.Es así como surge el Plan Maestro de Turismo Sustentable de Quintana Roo, que establece las bases para un futuro más sustentable y competitivo. El Plan destaca por su visión al 2030 alineado e integrado a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. En su diseño estratégico establece una re-clasificación de los destinos del Caribe Mexicano en el cual se establece un lineamiento y sector de actuación que contribuya al desarrollo turístico sustentable de cada uno de los destinos, porque es muy importante que cada destino, con base en sus propias características tenga una estrategia especial.